A estas alturas, la mayoría ya somos conscientes del daño causado a los océanos ocasionado por la contaminación de plásticos y de otros materiales. Un artículo reciente nos señala un fenómeno novedoso y lleno de interés, incluso siendo conscientes de sus aspectos más problemáticos. Se han descubierto especies costeras en alta mar, sustentadas por diversos desechos plásticos flotantes. Esas especies consiguen desplazarse grandes distancias por el océano y subsistir en entornos muy alejados de los suyos propios gracias a los nuevos “hábitats” flotantes producidos y desechados por la acción y la técnica humanas. Se forman nuevas comunidades neopelágicas. Ello puede presagiar cambios ecológicos significativos en el medio marino.

El Antropoceno se encuentra repleto de entidades híbridas, de procesos híbridos: mezclas extrañas de elementos y acciones humanas, biológicas, tecnológicas. Este es otro híbrido del Antropoceno, inesperado, ambivalente: por un lado, señala nuestra responsabilidad en la contaminación de los mares; por otro, otorga oportunidades nuevas a ciertas especies hasta ahora únicamente costeras, mejora su movilidad, tal vez sus probabilidades de supervivencia.

Imagen: L.E. Haram et al.
Referencia citada: Haram, L.E., Carlton, J.T., Centurioni, L. et al. Emergence of a neopelagic community through the establishment of coastal species on the high seas. Nat Commun 12, 6885 (2021)