El rewilding, “resilvestración” o “renaturalización”, como es traducido al castellano, constituye un práctica de restauración ecológica que está extendiéndose a nivel mundial. Se basa en la reintroducción de especies animales extintas en una zona. Es decir, volver a hacer salvaje un territorio. Para ello se suele recurrir a grandes animales, especialmente a depredadores, las cuales pueden jugar un rol decisivo a la hora de regenerar un ecosistema dañado. Un ejemplo de rewilding de éxito es el del Parque de Yellowstone, en Estados Unidos, donde se reintrodujeron los lobos en la década de los noventa. después de muchos años ausentes de la zona, por haber sido exterminados por los seres humanos. Se han llevado a cabo proyectos de rewilding en todas partes, incluida la Península Ibérica. Para que una renaturalización tenga éxito hace falta que se gestionen con éxito múltiples factores. Normalmente se producen diversos conflictos entre actores humanos y también entre (parte de) estos y los no humanos. Por ejemplo, en una reintroducción de lobos, puede haber un conflicto entre quienes quieren la presencia de estos carnívoros por motivos ecológicos o turísticos, y ganaderos que se quejan de las pérdidas sufridas por los ataques de lobos.

En una situación tan compleja, la creación y circulación de narraciones o historias puede contribuir de manera significativa a la colaboración entre los diversos actores. Una narración, como la típica europea, en la que el lobo es causante de todo tipo de males (como en el cuento de caperucita roja), puede calar en un sector de la población, con el resultado de miedo y animadversión hacia cualquier proyecto de reintroducción de lobos en un territorio. En cambio, quedan culturas en las que se respeta a los animales, aunque sean potencialmente peligrosos. En Himachal Pradesh (India), las poblaciones están acostumbradas a interactuar con los leopardos. Lejos de pensar que son una alimaña que hay que exterminar por todos los medios, los consideran seres pensantes, entes valiosos, con los que es preciso “negociar” para poder coexistir todos armoniosamente en un territorio compartido. Esa convicción, y el comportamiento resultante, se basan en una tradición oral antigua. No obstante, podría ser útil extenderla a otros territorios, adaptándola a los distintos problemas de la convivencia entre los seres humanos y los animales no humanos. Los enfoques que Bruno Latour defendió hasta su llorado fallecimiento en octubre del 2022 iban en una línea similar, que expresó con la potencia estilística que caracterizaba sus escritos.

Imagen: Ian Lindsay en Pixabay

Referencia: Dhee et al. “The leopard that learnt from the cat and other narratives of carnivore–human coexistence in northern India.” People and Nature, 2019.